¡Cómo ha encogido España! Al menos ésa es la impresión que me dio cuando me senté con un mapa a elegir dónde trasladarme después de tantos años fuera. De origen castellano y abierta de miras, me atraía igual una autonomía que otra; sin embargo para mi sorpresa y decepción, no se daba la situación recíproca. Alguien como yo no es bienvenido en una gran parte del país por hablar 'solamente' español (¿o ya no se llama así?).
En varias autonomías le dan mucho más valor a hablar su lengua que a cualquier otra cosa para acceder a una plaza en la sanidad pública. Veamos por ejemplo el País Vasco: hablar Euskera vale 17 puntos mientras que hablar inglés, francés y alemán juntos vale cinco puntos, diez años de catedrático 1,25 puntos, e impartir diez ponencias internacionales 3,50.
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